El ónix es una piedra natural variante de mármol con la peculiar característica de ser traslucido, es decir, permitir el paso de luz.
Existe una diversidad de tonos en los que se puede encontrar, dentro de los más comerciales: el blanco, amarillo o piña, verde y negro.
Dadas las características de este material, suele ser utilizado de manera muy demandante en la industria de la construcción y la decoración. Sus usos van desde forrar una construcción decorativa como la estela de luz en la ciudad de México, hasta pequeñas lámparas de buro, pasando por barras de bar, pantallas o muros de luz, plafones, lámparas, etc. Lo que es un hecho es que donde quiera que sea utilizado, es seguro que no pasará desapercibido por su belleza y elegancia.
El ónix comercialmente puede ser producido tanto en piezas solidas en forma laminar de 1 o 2 cm de espesor para piezas no muy grandes o bien en mampostería o reticular, que son pequeñas piezas ensambladas con una maya de fibra de vidrió en la parte posterior para la fabricación de piezas mayores o con secciones no uniformes.